miércoles, 26 de septiembre de 2012

Eternos 26

Tú ya me conocías antes que yo a tí, lo que no quiere decir que yo no te conozca mejor.

Sé que cuando hace frío se te pone muy roja la nariz, igual que cuando lloras. Que te gustan los calcetines gordos, y que necesitas peso en los pies para dormir. También que puedes echar la siesta toda la tarde sin desarmar la cama y que los días que no trabajas enciendes la tele y te vuelves a dormir. Que si vas a tomarte un café, que sea uno solo para no engordar o un frapuccino porque al final tampoco importa tanto, que tu morfología puede cambiar de forma extraña en la playa y que tarde volverás a comerte una parrillada de pescado.

Pero aunque pueda contar muchas cosas que demuestren que de verdad sí que te conozco, lo cierto es que mejor te conozco porque estoy orgullosa de ti, y más que te quiero por como eres, te admiro. Por no rendirte nunca, por seguir ilusionándote. Por querer como nadie lo que quieres de verdad, aunque eso suponga no poder ni nombrar aquello que no estimas. Por estar, por haber estado, y porque estarás. Por tener la nobleza en los ojos que trasluce lo que no apruebas, lo que no va contigo. Porque aunque sea difícil dejar quieta la balanza, tú lo intentas, tú siempre lo intentas. Por querer tu trabajo y levantarte todas las mañanas para intentar hacerlo bien. Por las cenas de los viernes en casa y las discusiones viscerales de tus pensamientos generalmente, más que obstinados. Por no dejar de ser tú, porque nada pudo contigo.

Y por todas esas cosas y  por más que eso me siento satisfecha, porque vengo de mujeres fuertes, valientes, firmes. Porque yo no te conocí antes que tú a mí, pero siempre serás una de las mujeres de mi vida.

Te quiero.

¡Feliz Cumpleaños!









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